Los expertos prevén que a primeros de año le saldrá el aura a Rodríguez Zapatero. O sea, la aureola, aunque su nombre técnico es "halo", esa pálida luz que, en ocasiones, envuelve la cabeza como si se hubiera comido fósforo.
-Es -dijo un experto- consecuencia de la concentración. Las sinapsis no hacen más que transmitir información por los axones, es decir electricidad que llega a los 400 Km./hora o transmisores químicos a veces cannabiáceos. Entre el rozamiento y otras cosas cerebrales aumenta el voltaje, que acaba produciendo la luminosidad perceptible a simple vista.
-¿Es posible que Rodríguez Zapatero se convierta en Santo?
-No, no, que tiene que gobernar. La refulgencia se trata de un fenómeno muy humano, de pura termodinámica: sencillamente que la energía que gasta el señor Presidente en pensar no desaparece y, como medita tanto, descarga pensamientos en la prensa y quantas en el aire.
-¿Cuántas qué?
-Oséase fotones, dicho en quántico. Un claro caso de desbordamiento. Algunos santos pensaban tan fuertemente y a menudo en los pobres que les brillaba la cabeza y hasta se desdoblaban, porque hay fotones raros capaces de estar en dos sitios a la vez.
-¿Entonces Zetapé Zapatero también piensa intensamente en los pobres?
-Puede apostar el bigote. -dijo Pepe Blanco, que asistía a la conferencia de prensa en calidad de Eco Oicial.- Que no le toquen a sus pobres ni a sus ministras.
-Si, como sospechamos, el pensar en pobres se combina con el repaso de la historia y la concentración en las fantasías electorales, con Zeta de Zambombo, el aura será de magnitud siete. Para que me entiendan: permitirá leer en un piso de 16 metros cuadrados.
-¿Y no sera peligroso? ¿O sea, le puede dar calambre a nuestra señora doña Sonsoles al darle la fricción del crecepelo?
-No, alma de cántaro. El aura apenas si tendrá una pizca de voltios y ningún amperio. Los amperios son los que matan y estamos hablando de una energía renovable: tomas sardinas y obtienes voltios luminosos, que son más amables que el amperaje en general. Pero aunque a nuestra señora no le vaya a pasar nada, no podemos ignorar los problemas que padecerá el señor Zapatero.
-Todo sea por la Patria España, por la bandera de España, por el Gobierno de España y por la España mejor que soñaba... ejem: alguien lo soñó, creo. -dijo Zetapé Zapatero, sonriendo estilo querubín, que es con hoyuelos.- Y a ver cuando le da un aura al señor Rajoy y demuestra con halo lo mucho que piesa en la población y en la cosa de las civilizaciones que tenemos que trajinarnos.
-Al salir el aura -explicó otro técnico- la piel enrojece, pica durante días y hace insoportable el afeitado porque cualquier loción escuece doblemente, menos una de Kevin Klein que huele a coche nuevo.
-Pues que se deje la barbita.
-Ese conceto eletoral no es bueno. -resondió Pepe Blanco, plegando más las rajas de los ojos.- Todos los analistas coincien en que la gente con barba no ha ganado ninguna elección ni en Europa ni en Estados Unidos. Tampoco la gente con gafas o calva. Son los gajes del oficio.
-Pues bien que ganó la Tatcher. -puntuó un pelota.
-También habrá efectos colaterales de índole metafísica: no todos, pero sí muchos que echan halo sufren de levitación aleatoria. Eso pudiera pasarle a nuestro Presidente, pero se destinará a una escuadrilla en prevención de arrebatos.
-Y efectos de índole fisiológica -siguió-. Las auras cogen electricidad del cerebro, no sólo el exceso de ella sino toda la que pueden, y eso, a la fuerza, hace bajar la tensión de la bombilla intelectual. Cabe dentro de lo psible que se vea al señor Presidente del Gobierno de España algo asténico y ligero, quizá con mayores crisis de sonrisas por la desinhibición que causa la desmagnetización cerebral..
-¿O sea que se choteará?
-¡Qué me voy a chotear de los votantes y de mis pobres, asno! -intervino Zetapé Zapatero- Dígales las equivalencias, doctor.
-Los efectos, aun en los casos más extremos, serán menores a los que causa un vaso de vino en la comida.
-¿Y cuál es la tasa de alcoholemia con la que se puede conducir España?
-Apuntadme a ese. Para invitarlo a casa y que me vea cocacoleando, por supuesto. Soy presidente apacible y mediático.
-Quizá el efecto pero sea con los fotómetros -dijo otro experto con ganas de terminar antes de que se le aparecieran las dos Españas.- Con la cabeza brillante el señor Presidente puede deslumbrar a las cámaras y salir algo velado, tal vez turbio, casi como pensando en la Brigada del Amanecer de García Atadell.
-¿Cuándo será visible la aureola, señor Presidente?
-El cinco de Enero de 2008, concretamente a las seis de la tarde, cuando vaya en camello haciendo de Rey Mago Republicano para beneficiar a mis queridísimos niños.
-Y a quien Dios le ha dado la luz de la razón y del esfuerzo -terminó Pepe Blanco- que la urna no lo separe del cargo. Faro del socialismo.
(¿Y qué harán cuando llegue el día y no brille, Pepiño? -Que nos quiten lo bailado, José Luis?)
Arturo ROSBY
-Es -dijo un experto- consecuencia de la concentración. Las sinapsis no hacen más que transmitir información por los axones, es decir electricidad que llega a los 400 Km./hora o transmisores químicos a veces cannabiáceos. Entre el rozamiento y otras cosas cerebrales aumenta el voltaje, que acaba produciendo la luminosidad perceptible a simple vista.
-¿Es posible que Rodríguez Zapatero se convierta en Santo?
-No, no, que tiene que gobernar. La refulgencia se trata de un fenómeno muy humano, de pura termodinámica: sencillamente que la energía que gasta el señor Presidente en pensar no desaparece y, como medita tanto, descarga pensamientos en la prensa y quantas en el aire.
-¿Cuántas qué?
-Oséase fotones, dicho en quántico. Un claro caso de desbordamiento. Algunos santos pensaban tan fuertemente y a menudo en los pobres que les brillaba la cabeza y hasta se desdoblaban, porque hay fotones raros capaces de estar en dos sitios a la vez.
-¿Entonces Zetapé Zapatero también piensa intensamente en los pobres?
-Puede apostar el bigote. -dijo Pepe Blanco, que asistía a la conferencia de prensa en calidad de Eco Oicial.- Que no le toquen a sus pobres ni a sus ministras.
-Si, como sospechamos, el pensar en pobres se combina con el repaso de la historia y la concentración en las fantasías electorales, con Zeta de Zambombo, el aura será de magnitud siete. Para que me entiendan: permitirá leer en un piso de 16 metros cuadrados.
-¿Y no sera peligroso? ¿O sea, le puede dar calambre a nuestra señora doña Sonsoles al darle la fricción del crecepelo?
El halo de ZP-Z
Y ni así le llega la camisa al cuerpo
-No, alma de cántaro. El aura apenas si tendrá una pizca de voltios y ningún amperio. Los amperios son los que matan y estamos hablando de una energía renovable: tomas sardinas y obtienes voltios luminosos, que son más amables que el amperaje en general. Pero aunque a nuestra señora no le vaya a pasar nada, no podemos ignorar los problemas que padecerá el señor Zapatero.
-Todo sea por la Patria España, por la bandera de España, por el Gobierno de España y por la España mejor que soñaba... ejem: alguien lo soñó, creo. -dijo Zetapé Zapatero, sonriendo estilo querubín, que es con hoyuelos.- Y a ver cuando le da un aura al señor Rajoy y demuestra con halo lo mucho que piesa en la población y en la cosa de las civilizaciones que tenemos que trajinarnos.
-Al salir el aura -explicó otro técnico- la piel enrojece, pica durante días y hace insoportable el afeitado porque cualquier loción escuece doblemente, menos una de Kevin Klein que huele a coche nuevo.
-Pues que se deje la barbita.
-Ese conceto eletoral no es bueno. -resondió Pepe Blanco, plegando más las rajas de los ojos.- Todos los analistas coincien en que la gente con barba no ha ganado ninguna elección ni en Europa ni en Estados Unidos. Tampoco la gente con gafas o calva. Son los gajes del oficio.
-Pues bien que ganó la Tatcher. -puntuó un pelota.
-También habrá efectos colaterales de índole metafísica: no todos, pero sí muchos que echan halo sufren de levitación aleatoria. Eso pudiera pasarle a nuestro Presidente, pero se destinará a una escuadrilla en prevención de arrebatos.
-Y efectos de índole fisiológica -siguió-. Las auras cogen electricidad del cerebro, no sólo el exceso de ella sino toda la que pueden, y eso, a la fuerza, hace bajar la tensión de la bombilla intelectual. Cabe dentro de lo psible que se vea al señor Presidente del Gobierno de España algo asténico y ligero, quizá con mayores crisis de sonrisas por la desinhibición que causa la desmagnetización cerebral..
-¿O sea que se choteará?
-¡Qué me voy a chotear de los votantes y de mis pobres, asno! -intervino Zetapé Zapatero- Dígales las equivalencias, doctor.
-Los efectos, aun en los casos más extremos, serán menores a los que causa un vaso de vino en la comida.
-¿Y cuál es la tasa de alcoholemia con la que se puede conducir España?
-Apuntadme a ese. Para invitarlo a casa y que me vea cocacoleando, por supuesto. Soy presidente apacible y mediático.
-Quizá el efecto pero sea con los fotómetros -dijo otro experto con ganas de terminar antes de que se le aparecieran las dos Españas.- Con la cabeza brillante el señor Presidente puede deslumbrar a las cámaras y salir algo velado, tal vez turbio, casi como pensando en la Brigada del Amanecer de García Atadell.
-¿Cuándo será visible la aureola, señor Presidente?
-El cinco de Enero de 2008, concretamente a las seis de la tarde, cuando vaya en camello haciendo de Rey Mago Republicano para beneficiar a mis queridísimos niños.
-Y a quien Dios le ha dado la luz de la razón y del esfuerzo -terminó Pepe Blanco- que la urna no lo separe del cargo. Faro del socialismo.
(¿Y qué harán cuando llegue el día y no brille, Pepiño? -Que nos quiten lo bailado, José Luis?)
Arturo ROSBY